Exceso de confianza y actitud ante las armas

Overconfidence and gun attitudes

Contexto

El exceso de confianza se observa cuando la confianza subjetiva de las personas en su propia capacidad es mayor que su desempeño verdadero. Esto tiene consecuencias en una amplia gama de procesos de toma de decisiones y genera comportamientos de riesgo. Si el exceso de confianza en las propias habilidades genera comportamientos de riesgo, lesiones y muertes, también puede influir en las actitudes hacia las armas y la seguridad en el uso de armas. Las personas con exceso de confianza sobreestiman su capacidad y competencia cuando se trata de las armas. De la misma manera, las personas con visiones positivas de la propiedad de armas tienen un exceso de confianza en sus capacidades con las armas.

En Estados Unidos, los tiroteos no intencionados provocan aproximadamente 500 muertes y 20.000 heridos cada año -y son desproporcionadamente más en los estados donde las armas se pueden guardar cargadas. La propiedad y el porte de armas tienden a estar correlacionados con niveles más altos de homicidios relacionados con armas, y las heridas relacionadas con armas de fuego son la principal causa de muerte entre las personas entre 1 y 19 años de edad en Estados Unidos.

En América Latina, la evidencia es similar. Los controles de armas laxos, el fácil acceso a las armas y una mayor prevalencia de las mismas están asociados con niveles más altos de asesinatos, mortalidad y violencia. La evidencia también muestra que los homicidios relacionados con armas son especialmente numerosos entre los jóvenes; el 80% de todos los homicidios de personas entre los 10 y 19 años están relacionados con armas de fuego.

Proyecto

Este estudio evaluó la relación entre el exceso de confianza y las preferencias en relación con las armas utilizando una innovadora encuesta en línea administrada a más de 7.000 personas en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Estados Unidos. Cada submuestra nacional es representativa de la población adulta en ese país. El Cuadro 1 muestra el tamaño de la muestra para cada país en este estudio. Los datos fueron recopilados mediante una encuesta en línea realizada en 2019 por el Proyecto de Opinión Pública de América Latina (LAPOP) y el Banco Interamericano de Desarrollo.

Cuadro 1: Tamaño de la muestra por país

Cuadro 1: Tamaño de la muestra por país

 

Barreras conductuales

Exceso de confianza: también denominado sesgo de superioridad. Se define como la tendencia a sobreestimar o exagerar nuestra propia capacidad para llevar a cabo una determinada tarea. En el contexto de este estudio, las personas con exceso de confianza sobreestiman su capacidad y competencia en relación con las armas, y las personas con visiones positivas de la propiedad de armas tienen exceso de confianza en su manejo de las armas.

Sesgo de optimismo: nos lleva a subestimar la probabilidad de eventos negativos y a sobreestimar la probabilidad de eventos positivos. Las personas pueden subestimar los riesgos relacionados con el porte y el uso de armas y sobreestimar su beneficio potencial en escenarios como en el caso de un robo.

Herramientas conductuales

Retroalimentación. Se trata de una herramienta efectiva para crear conciencia sobre las consecuencias de diversas opciones. Puede llenar vacíos de conocimiento y promover la búsqueda de alternativas eficientes. Por ejemplo, las personas que reciben retroalimentación de que sobreestiman sus habilidades pueden modificar su autoevaluación en ocasiones futuras.

Diseño de la intervención

En este proyecto, los autores prueban cómo el exceso de confianza influye en las actitudes y preferencias relacionadas con las armas de los ciudadanos en las Américas. Las principales variables independientes son la sobreestimación y la sobrevaloración, que también se consideran en su forma estandarizada o en términos de un componente principal de la sobrevaloración.

El exceso de confianza en términos absolutos, es decir, cuando las personas creen que sus capacidades son mayores de lo que son en realidad, se conoce en la literatura como sobreestimación. La sobreestimación se evaluó principalmente comparando las respuestas de las personas a un conjunto de preguntas con su autoevaluación de la precisión de sus respuestas. En la encuesta, los autores presentaron un conjunto de preguntas de interés general que serían idóneas en diferentes países y que no tienen ninguna correlación posible con las actitudes hacia las armas. Por ejemplo, una de las preguntas formuladas a las personas era: “¿En qué país nació la cantante Rihanna?” Después de cada pregunta, se les pedía que declararan cuan confiados se sentían con su respuesta. Después de nueve preguntas, una pregunta final inquiría acerca del número de preguntas que los encuestados creían haber contestado correctamente. La sobreestimación se midió a nivel individual i restando el puntaje real de los participantes de su estimación declarada (es decir, el índice de sobreestimación).

Cuando las personas valoran sus propias habilidades muy por encima de la media, el sesgo se denomina sobrevaloración. La sobrevaloración se midió a través del método directo, por el cual a los encuestados se les pide que indiquen cómo creen que se sitúan en diversas dimensiones en comparación con un grupo de referencia. A los encuestados se les pidió compararse a sí mismos con el ciudadano medio en su país en un conjunto de valores/atributos personales, a saber, responsabilidad, capacidad para tomar decisiones, moralidad y responsabilidad al hacer uso de un arma. Una de las preguntas era la siguiente: “¿Cree usted que su capacidad para tomar decisiones es mayor, igual o menor que la del ciudadano medio [de su país]?”

Las variables dependientes, es decir, las actitudes y preferencias relacionadas con las armas (incluyendo la propiedad) se miden mediante dos conjuntos de preguntas. En el primer conjunto, los encuestados deben indicar su acuerdo con una serie de afirmaciones en relación con la propiedad y porte de armas por parte de la policía, los guardias de seguridad, los ciudadanos en el hogar y los ciudadanos en la calle. Por ejemplo, se utiliza una escala Likert para preguntar a los encuestados en qué medida están de acuerdo con la afirmación de que los ciudadanos deberían poder portar armas en la calle (Gráfico 1, Panel a).

Gráfico 1: Preferencias en relación con las armas

Figure 1: Gun Preferences

Fuente: Compilación de los autores.

 

El segundo conjunto de preguntas interroga a los encuestados sobre sus reacciones hipotéticas si se enfrentan a diferentes situaciones de delitos (Gráfico 1, panel b). Las preguntas tienen un formato similar pero presentan cambios en el contexto, de la siguiente manera: imagine que [va caminando por la calle/está en casa [a solas/con su familia] por la noche y un delincuente intenta robarle. No está seguro si su agresor está armado. ¿Cuál sería su reacción?” A los participantes se les pregunta bajo qué circunstancias ofrecerían resistencia al delito (se resistirían siempre, se resistirían sólo si tienen un arma de fuego, se resistirían sólo si tienen un cuchillo, nunca se resistirían). En la principal especificación, los autores tratan cada respuesta por separado y comparan las diferentes opciones con la línea de base de no ofrecer resistencia.

Desafíos

  • La disponibilidad de microdatos públicos sobre las variables consideradas era limitada.

Resultados

En general, los autores observan que los niveles más altos de exceso de confianza están correlacionados positivamente con preferencias permisivas en relación con las armas. También muestran que el exceso de confianza está correlacionado positivamente con la inclinación declarada por la persona a resistirse a un robo.

  • Cuanto más una persona sobreestime su desempeño al responder a preguntas de conocimiento general, más de acuerdo se muestra con la idea de que la policía, los guardias privados y los ciudadanos deberían portar armas.
  • De la misma manera, hay una relación positiva y estadísticamente significativa entre la sobrevaloración y las cuatro variables de resultado relacionadas con el porte de armas. Esto significa que las personas que se sobrevaloran son más propensas a aceptar la propiedad y el porte de armas.
  • Tanto la sobreestimación como la sobrevaloración tienden a aumentar la probabilidad de que una persona responda que siempre ofrecería resistencia o que lo haría con un arma de fuego en comparación con la probabilidad de que nunca lo haría.
  • El Gráfico 2 muestra que los hombres tienen sistemáticamente más exceso de confianza que las mujeres tanto según la sobreestimación como la sobrevaloración.
  • De la misma manera, las personas con mayor nivel educativo tienen menos probabilidades de sobreestimar sus conocimientos, pero tienen más probabilidades de valorarse a sí mismas más que al ciudadano medio en todas las dimensiones: responsabilidad, decisiones, moralidad y armas (gráfico 2).
  • Las personas de mayor edad tienen menos probabilidades de valorarse más alto que el promedio en términos de las armas pero más probabilidades de valorarse mejor en relación con la responsabilidad y la moralidad (Gráfico 2).

Gráfico 2: Índice de sobreestimación

Figure 2: Overestimation Index

Fuente: Elaboración de los autores.

Implicaciones para las políticas

  • Si el exceso de confianza está vinculado a una mayor aceptación y disposición a utilizar armas, puede que los votantes y sus representantes tomen decisiones basándose en una evaluación sesgada de su capacidad.
  • Si los reguladores y los políticos no tienen en cuenta que la toma de decisiones individuales y las opciones políticas están influidas por un sesgo del comportamiento, puede que el nivel total de armas en la sociedad sea superior al nivel socialmente óptimo.
  • Cuando hay exceso de confianza, habrá una subestimación del costo social marginal de las armas de fuego, lo que provocará un menor nivel de regulación.
  • Dado que el exceso de confianza está asociado con actitudes que asumen más riesgo y están menos orientadas a la seguridad, la correlación positiva entre exceso de confianza y la posesión de armas podría explicar numerosas muertes y tiroteos accidentales.
  • Proporcionar información sobre el desempeño real y los riesgos que entrañan las opciones equivocadas es un primer paso hacia la reducción del exceso de confianza.
  • Conseguir que las personas reflexionen sobre sus opciones -ya sean legisladores, votantes o dueños de armas- también puede contribuir a corregir los sesgos observados.