¿Qué se siente cuando se pertenece a una minoría? Los impactos de la adopción de perspectiva en el comportamiento prosocial.

In Progress Study

Contexto

La integración de los refugiados en los países de acogida plantea un reto importante, particularmente en los países en vías de desarrollo, donde reside el 86% de las poblaciones desplazadas. Uno de los grandes obstáculos son las actitudes negativas que algunos habitantes locales tienen hacia los migrantes y el impacto que se percibe en las comunidades locales. La falta de integración niega a los refugiados el acceso a oportunidades cruciales, como empleos y servicios públicos de calidad, lo cual es esencial para mejorar su bienestar. Por otro lado, los prejuicios contra los migrantes tienen impactos negativos documentados tanto en los migrantes como en el conjunto de la sociedad.

En el contexto de América Latina, a lo largo de los últimos seis años, más de 5 millones de venezolanos han huido de la crisis humanitaria actual y se han desplazado a otros países. La vecina Colombia ha sido el principal destino de los refugiados venezolanos, y aproximadamente 1,7 millones residen en grandes ciudades, como en Bogotá. Este drástico cambio demográfico ha generado un deterioro en las actitudes hacia los venezolanos, y Colombia ha experimentado la tercera disminución más grande en términos globales en el Índice Gallup de aceptación de los migrantes, entre 2016 y 2019.

El estudio explora el impacto de una intervención de bajo costo que promueve el comportamiento prosocial de los colombianos hacia los refugiados venezolanos con el fin de ayudarlos a integrarse más adecuadamente en la sociedad colombiana.

Proyecto

En un proyecto colaborativo con investigadores de diversas instituciones, llevamos a cabo un experimento conductual en línea con la participación de 897 personas en Bogotá, Colombia. El objetivo del estudio era evaluar el impacto de las intervenciones de adopción de perspectiva en el comportamiento prosocial y en las actitudes hacia los migrantes venezolanos. Los participantes fueron asignados aleatoriamente ya sea para jugar un juego en línea que los integraba en la vida de un migrante venezolano, o para mirar un documental sobre los venezolanos que cruzaban la frontera a pie. El objetivo de las intervenciones era aumentar el altruismo, la confianza y la empatía hacia los migrantes. Este experimento proporciona una visión de cómo la adopción de perspectiva puede mejorar las actitudes sociales y los comportamientos hacia los migrantes en las comunidades de acogida.

Barreras conductuales:

Los estereotipos

Describir una creencia o cognición generalizada excesivamente a propósito de un grupo de personas que se utiliza para elaborar inferencias en relación con un único miembro del grupo. Los estereotipos a menudo se resisten a ser revisados. En este contexto, los habitantes locales pueden tener ciertas opiniones negativas de los refugiados venezolanos y utilizar estas creencias para fundamentar su toma de decisiones.

El sesgo de homogeneidad fuera del grupo

El sesgo de homogeneidad fuera del grupo es la tendencia a tener sentimientos negativos hacia personas que no forman parte de nuestro propio grupo. Este sesgo no sólo implica pensamientos y percepciones desfavorables acerca de personas ajenas al grupo sino que también se manifiesta a menudo como hostilidad hacia ellas.

Herramientas conductuales:

La adopción de perspectiva

La adopción de perspectiva es la capacidad de mirar más allá de la propia opinión y tener en cuenta los sentimientos y las circunstancias generales de otras personas. Se espera que una intervención de carácter psicosocial que proporciona a los habitantes locales colombianos información directa sobre el viaje de un refugiado venezolano y sus dificultades para emigrar mejore las actitudes y el comportamiento prosocial de los habitantes locales hacia los refugiados.

El experimento se llevó a cabo entre octubre y noviembre de 2020 en asociación con el Laboratorio Experimental y del Comportamiento de Rosario (REBEL) en la Universidad del Rosario en Bogotá, Colombia. El estudio se estructuró como un experimento en línea entre sujetos con 897 personas participantes. Estos participantes fueron asignados aleatoriamente a uno de los dos grupos de tratamiento, el juego (316 participantes) o el video (243 participantes), o el grupo de control (272 participantes). Después del experimento, se definieron comportamientos y actitudes prosociales utilizando un juego del dictador y una encuesta.

Los tratamientos fueron los siguientes:

  1. Tratamiento del juego

Los sujetos participaban en una actividad llamada En Otros Zapatos (EOZ). La plataforma EOZ fue desarrollada por el Banco Interamericano de Desarrollo y su objetivo es promover la empatía hacia los grupos vulnerables y subrepresentados sumergiendo a los usuarios en historias interactivas que les permitan experimentar la vida desde la perspectiva de un miembro de fuera del grupo. El experimento se centra en la historia ficcionada de una migrante venezolana en Colombia, “Mile Rodríguez”, que describe las dificultades que ella y su familia vivieron en Venezuela, y que los obligó a emigrar a Colombia. A lo largo del juego, se pide a los usuarios que tomen decisiones en nombre de Mile y su familia, y cada decisión conduce a una trayectoria vital diferente. Los participantes también reciben cartas y mensajes de voz de los parientes y amigos de Mile, escuchan canciones importantes para ella y miran fotografías de su familia. En promedio, los participantes tardan 29 minutos en completar el juego.

 

Gráfico 1. Intervención del juego

  1. El juego de video

Los sujetos miraron el documental “Camino hacia la libertad”, que describe las dificultades de los venezolanos cuando cruzan la frontera colombiana a pie. A lo largo del vídeo de seis minutos, a los sujetos se les muestran imágenes de las peligrosas condiciones vividas durante el intento de cruzar la frontera, entre las cuales las montañas en El Páramo de Berlín, la ruta habitual de los migrantes. El video también incluye diversos testimonios emotivos sobre la separación familiar como resultado del viaje e incluye una llamada final a la acción, instando a los espectadores a pensar que “Se necesita más ayuda”.

Gráfico 2. Intervención del vídeo (imágenes del documental Camino a la libertad)

Después del tratamiento, los sujetos completaban una encuesta para evaluar su impacto en (1) el comportamiento prosocial, particularmente el altruismo y la confianza; (2) las actitudes hacia los migrantes; y (3) la adopción de perspectiva y la empatía. El altruismo se medía utilizando un juego del dictador incentivado, donde los participantes tenían la opción de donar una parte de su paga a la beneficencia venezolana. La confianza se medía pidiendo a los participantes que indicaran su acuerdo con la frase “se puede confiar en los migrantes venezolanos” en una escala de cuatro puntos. La empatía y la adopción de perspectiva se evaluaron utilizando subescalas del Índice de Reactividad Interpersonal.

Desafíos

El experimento se enfrentó a dos amenazas para la validez, a saber, el sesgo de deseabilidad social y los efectos de demandas del experimentador. El sesgo de deseabilidad social es la tendencia de las personas a alterar sus respuestas innatas debido al hecho de ser observadas por otros, mientras que los efectos de demanda del experimentador se refieren a la tendencia de las personas a actuar según su percepción de la hipótesis del estudio. Sin embargo, el estudio descarta estas posibles amenazas como factores impulsores.

 

Resultados

  1. Los dos tratamientos aumentan el altruismo hacia los migrantes venezolanos. Los tratamientos del juego y el video tienen como resultado un aumento significativo de la probabilidad de que un habitante local colombiano donará a una institución benéfica venezolana en 10,6 y 11,1 puntos porcentuales, respectivamente. Los autores no rechazaron la hipótesis nula de que los efectos del tratamiento son iguales.
  2. Los tratamientos del juego y el video influyeron positivamente en la confianza hacia los migrantes venezolanos; sin embargo, sólo el impacto del tratamiento del juego es estadísticamente significativo. El juego aumenta la confianza hacia los venezolanos en 0,29 desviaciones estándar en relación con el grupo de control. Además, se rechaza la hipótesis nula de que el juego y el video tienen el mismo impacto.
  3. Utilizando un índice combinado de prosocialidad, los dos tratamientos tienen un efecto positivo y significativo. El juego aumenta la prosocialidad en 0,27 desviaciones estándar, mientras que el video aumenta el índice en 0,20 desviaciones estándar.
  4. Los dos tratamientos tienen como resultado una mejora positiva y significativa del índice de actitudes en 0,33 desviaciones estándar. Los tratamientos del juego y el video tienen un impacto positivo en la evaluación de que las circunstancias que escapan al control de un migrante son las más relacionadas con la pobreza de un inmigrante venezolano (versus la falta de autoesfuerzo) en 8,9 y 10,5 puntos porcentuales, respectivamente. Al contrario, los tratamientos no tienen un impacto significativo en las actitudes a propósito de las oportunidades laborales entre los migrantes y los habitantes locales ni en las actitudes a propósito del derecho de segregar a los migrantes de los barrios.
  5. La intervención del juego aumenta la escala de adopción de perspectiva en 0,18 desviaciones estándar, mientras que el tratamiento del vídeo no tiene un impacto estadísticamente significativo en ninguna escala. Estos resultados se alinean con los objetivos de la actividad del juego, que consisten en aumentar la adopción de perspectiva al hacer que los participantes se pongan en el lugar de un migrante.
  6. Las intervenciones no tienen ningún impacto estadísticamente significativo en las creencias que se suelen tener, como la idea de que los migrantes compiten con los habitantes locales por los empleos o que aumentan la delincuencia. Sobre todo, el juego tiene un impacto positivo y significativo en la creencia de que los “inmigrantes contribuyen a un país más de lo que obtienen de él.”

Implicaciones para las políticas

  • Las intervenciones de bajo costo que promueven la adopción de perspectiva y la empatía pueden mejorar la prosocialidad y las actitudes hacia los migrantes y reducir los prejuicios contra los grupos vulnerables en la sociedad.
  • Debido a su asequibilidad, estas intervenciones se pueden desplegar ampliamente, asegurando un impacto más amplio sin incurrir en importantes gastos financieros. Los responsables de las políticas deberían considerar la incorporación de estas intervenciones en programas de integración social más amplios para abordar la exclusión de los grupos marginados.
  • Las experiencias inmersivas pueden efectivamente generar confianza. Los gobiernos pueden desarrollar y promover plataformas interactivas similares para zanjar la brecha entre los habitantes locales y los migrantes, mejorando así la cohesión social.