En una región caracterizada por sus altos niveles de autoempleo como la de América Latina y el Caribe, la participación de las mujeres a la hora de crear y gestionar empresas pequeñas y microempresas es relativamente alta, similar a la de sus pares masculinos. Sin embargo, las mujeres emprendedoras enfrentan mayores barreras que sus pares masculinos por la complejidad para acceder a redes y mercados para sus productos, el difícil acceso a formación y servicios de desarrollo empresarial, la falta de familiaridad con las facilidades de crédito comercial (lo que provoca una mayor aversión al riesgo y dependencia de fuentes informales de financiación), los activos de menor valor que conducen a mayores requisitos de garantías, y el rol primario en el cuidado del hogar. Además, las mujeres empresarias se concentran principalmente en micro y pequeñas empresas en sectores como el comercio, los servicios y la manufactura, y hay poca representación en sectores de alta productividad o áreas relacionadas a CTIM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). ¿Cómo avanzar en este tema? Accede en el buscador a las investigaciones del GDLab para aprender más.