Cómo fomentar el ahorro para el retiro entre los trabajadores de bajos ingresos e independientes

How to Promote Retirement Savings for Low-Income and Independent Workers

Contexto

El ahorro voluntario para el retiro afronta serios desafíos en países como México, Colombia y Perú. En ellos se observa una baja cobertura de los sistemas de pensiones, especialmente entre trabajadores independientes y de bajos ingresos. Por ejemplo, en Colombia, Perú y México, cerca del 80% de los trabajadores de bajos ingresos no cotiza a pensiones. La principal razón de esta desconexión con los sistemas obligatorios de pensiones es que la gran mayoría de estos trabajadores no tiene un empleo formal. En Chile, menos del 7% de los afiliados a sistemas de pensiones ha realizado aportes voluntarios, y este porcentaje disminuye al 3% entre los afiliados de bajos ingresos. Esta situación subraya la necesidad de diagnosticar y proponer soluciones innovadoras y efectivas que fomenten el ahorro para el retiro en estas poblaciones.

Proyecto

Este estudio es un análisis integral que combina fuentes primarias --como encuestas y entrevistas directas--, con fuentes secundarias como son informes gubernamentales, estadísticas de instituciones financieras y de pensiones. Se añade a esto el análisis de un grupo focal realizado por Novaster en 2017 comisionado por la Asociación Internacional de Organizaciones de Fondos de Pensiones (AIOS) y el Banco Interamericano de Desarrollo. El enfoque del estudio consiste en identificar y comprender las principales barreras de oferta y demanda que limitan el uso de productos de ahorro para el retiro en México, Colombia y otros países latinoamericanos. Entre las barreras de demanda figuran factores como ingresos insuficientes o irregulares, sesgos conductuales, falta de educación financiera y la ausencia de productos adecuados de ahorro que satisfagan las necesidades y preferencias de los trabajadores. Por otro lado, las barreras de oferta abordan las limitaciones en el desarrollo de productos de ahorro de largo plazo para poblaciones vulnerables. Este análisis multidimensional es fundamental para formular estrategias efectivas que promuevan un mayor ahorro para el retiro y, en última instancia, mejoren la cobertura de pensiones para estos grupos.

Barreras de comportamiento

Las barreras que se interponen al ahorro pensional se manifiestan en diversas formas, dependiendo de la presencia de sesgos conductuales y limitaciones cognitivas. Algunas de las más destacadas son:

Sesgo del presente: Los individuos tienden a priorizar las necesidades y recompensas inmediatas por sobre los beneficios de largo plazo como el ahorro para el retiro.

Normas sociales: Son las reglas no escritas que rigen el comportamiento dentro de una sociedad. En las decisiones de ahorro pueden incidir normas y expectativas sociales que a menudo desalientan la planificación a largo plazo.

Sesgo del optimismo y falta de análisis probabilístico: Muchas personas subestiman los riesgos de no ahorrar lo suficiente para el retiro, debido a un optimismo exagerado y a una falta de comprensión adecuada de las probabilidades y riesgos futuros.

Sobrecarga cognitiva (de la pobreza): Los individuos con recursos limitados a menudo sufren de una carga cognitiva mayor en el momento de tomar decisiones financieras, lo que puede afectar negativamente su capacidad de planificar y ahorrar para el retiro.

Sesgo del status quo: Existe una tendencia a mantener las cosas como están, lo que puede resultar en una falta de acción o de cambio hacia comportamientos de ahorro más efectivos.

Aversión a las pérdidas: Esta tendencia indica que el malestar producido por una pérdida de cierta magnitud es mayor que el bienestar generado por una ganancia equivalente. Este sesgo puede llevar a las personas a preferir mantener el status quo y no ahorrar para el retiro, para evitar las consecuencias negativas de acciones con resultados inciertos, percibiendo el ahorro como una posible 'pérdida' inmediata frente a beneficios futuros inciertos.

Los extractos de los grupos focales revelan que estas barreras conductuales son comunes entre los trabajadores de bajos ingresos. Muchos manifiestan que tienen dificultad para planificar para el largo plazo y una preferencia por satisfacer necesidades inmediatas, en lugar de privilegiar el ahorro para el futuro.

Herramientas conductuales

Para incrementar el ahorro para la vejez, es esencial abordar estos sesgos y limitaciones cognitivas mediante intervenciones basadas en las ciencias conductuales, a saber:

Simplificar: Reducir el número de opciones disponibles, y proporcionar ejemplos sencillos y consejos claros, puede facilitar la toma de decisiones en materia de ahorro.

Recordar: Los recordatorios, especialmente cuando se envían en momentos clave, pueden mantener la atención en la tarea de ahorrar.

Informar y propiciar una mentalidad favorable (framing): Presentar la información de manera que capte la atención y fomente una actitud positiva hacia el ahorro y la vejez. Por ejemplo, utilizar estrategias como presentar el ahorro como una ganancia (i.e., incrementos anuales de ingresos) puede ayudar a contrarrestar el sesgo de aversión a la pérdida.

Ofrecer incentivos en el presente: Implementar recompensas pequeñas y tangibles en el presente para compensar la sensación de sacrificio que implica ahorrar.

Opciones predeterminadas (defaults): Las opciones predeterminadas son aquellas que preestablecen automáticamente cursos de acción deseados ("default") y se hacen efectivos cuando quien decide no selecciona nada distinto. Esta modalidad generalmente busca remediar la sobrecarga cognitiva o el sesgo del presente, apoyada por nuestra tendencia a mantener el status quo.

Estas herramientas buscan utilizar los sesgos de comportamiento para favorecer el ahorro, en lugar de permitir que estos obstaculicen el proceso de ahorro para el retiro.

Diseño de la intervención

Es posible diseñar intervenciones que combinen varias de estas herramientas conductuales dirigidas a incrementar el ahorro para el retiro entre trabajadores de bajos ingresos e independientes. Entre estas se encuentran:

Inscripción automática en programas de ahorro: Consiste en implementar la inscripción automática como una opción predeterminada que favorezca el ahorro, simplificando el proceso y fomentando el compromiso previo. Esta estrategia también ayuda a reducir los costos de transacción al eliminar pasos adicionales en el proceso de ahorro.

Elección activa y mecanismos de compromiso: Se trata de promover herramientas que incentiven el compromiso previo y creen un proceso de decisión claro y sencillo, invitando a los trabajadores a reflexionar sobre su futuro y a reducir la incertidumbre y el optimismo excesivo.

Simplificación de decisiones: Con esto se busca deducir la complejidad de las decisiones financieras, especialmente en contextos percibidos como complicados, con el fin de disminuir los costos cognitivos asociados a la toma de decisiones.

Recordatorios simples: Utilizar recordatorios periódicos para mantener el ahorro de largo plazo como una prioridad en la vida cotidiana de los trabajadores.

Ofrecer incentivos como subsidios focalizados: Consiste en proporcionar incentivos inmediatos para minimizar la sensación de pérdida y, en algunos casos, ofrecer una combinación de liquidez adaptada a las necesidades de los trabajadores independientes y de bajos ingresos.

 

Desafíos

Entre los principales desafíos identificados en el diseño e implementación de estas intervenciones figuran:

Capacidad limitada de ahorro: La escasa capacidad de ahorro de los trabajadores de bajos ingresos, especialmente en contextos donde sus entradas apenas cubren sus necesidades básicas, representa un desafío importante para fomentar el ahorro previsional voluntario.

Priorización de necesidades inmediatas: Muchos trabajadores independientes y de bajos ingresos priorizan otras necesidades inmediatas por sobre el ahorro para el retiro, lo que dificulta la promoción de una cultura de ahorro de largo plazo.

Percepciones y preferencias culturales: Las preferencias personales y las percepciones culturales (normas sociales) pueden incidir en la decisión de no ahorrar para el retiro, como evidencian los testimonios de los participantes de los grupos focales.

Falta de liquidez del ahorro previsional: La falta de liquidez de los ahorros previsionales, así como las restricciones para el retiro anticipado reducen la demanda de estos productos entre los trabajadores independientes y de bajos ingresos.

Falta de confianza en instituciones pensionales: Existe una desconfianza generalizada en las instituciones y el estado de derecho en América Latina, lo que repercute en la informalidad laboral y en el funcionamiento del pilar de ahorro obligatorio.

Estos desafíos subrayan la necesidad de abordar tanto las barreras financieras y estructurales como las necesidades, preferencias y realidades económicas de los trabajadores independientes y de bajos ingresos cuando se trata de diseñar e implementar intervenciones para fomentar el ahorro para el retiro.

Resultados

El estudio establece que, junto con los desafíos estructurales y del mercado laboral, las barreras intrínsecas a la naturaleza humana desempeñan un papel significativo en la falta de ahorro para el retiro. En el diagnóstico se identifican las barreras conductuales que enfrentan los trabajadores independientes y de bajos ingresos en Chile, Colombia, México y Perú para ahorrar para el retiro. Estas barreras incluyen sesgos psicológicos como la preferencia por el presente, la sobrevaloración de las necesidades inmediatas por sobre el ahorro de largo plazo, las normas sociales, y el sesgo del optimismo. El estudio sugiere que es posible incrementar la cobertura y adecuación de las pensiones para los segmentos más excluidos de la población mediante políticas que incluyan herramientas de la economía del comportamiento.

 

Implicaciones de política

Implementación de herramientas conductuales e innovación tecnológica y financiera: Para superar las barreras asociadas a la psicología humana, se recomienda el uso de herramientas conductuales combinadas con innovaciones tecnológicas y financieras. Estas soluciones pueden ser implementadas de manera inmediata por reguladores, empleadores, bancos, administradores de fondos de pensiones y compañías Fintech, todo ello a un costo relativamente bajo.

Educación financiera y previsional: Promover la educación financiera y previsional es clave para abordar la falta de conocimiento y la desconfianza en las instituciones financieras. La educación puede ayudar a los trabajadores a entender mejor la importancia del ahorro para el retiro y a confiar más en los sistemas de pensiones.

Adopción de políticas que utilizan herramientas conductuales que favorezcan el ahorro: Las políticas públicas deben diseñarse para utilizar estratégicamente las herramientas de la economía del comportamiento en favor de facilitar el ahorro para el retiro. Esto incluye la simplificación de procesos de ahorro, el uso de recordatorios y la introducción de incentivos que promuevan el ahorro entre los trabajadores.

Estas implicaciones de política destacan la importancia de abordar las barreras conductuales que se interponen al ahorro para el retiro a través de estrategias que combinen la economía del comportamiento, la innovación tecnológica y la educación, junto con la introducción de reformas estructurales necesarias en los sistemas de pensiones y mercados laborales.