Cerrando la brecha de género en las carreras STEM
Contexto
Las disparidades de género afectan a los mercados laborales de todos los sectores. Sin embargo, son especialmente pronunciadas en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés). En América Latina y el Caribe, el 60% de los graduados de la educación terciaria son mujeres, pero sólo representan el 30% de los estudiantes graduados en los campos STEM. En México, los puestos de trabajo mejor pagados se encuentran en los campos STEM. Por lo tanto, la baja representación femenina en STEM y las elevadas diferencias salariales con respecto a otros empleos reproducen las desigualdades y las brechas salariales de género, que en México ascienden al 16,4%. Por lo tanto, aumentar la representación femenina en los campos STEM podría ayudar a promover la igualdad de género en el mercado laboral.
El proyecto
En 2018, este estudio probó intervenciones informadas por las ciencias del comportamiento para aumentar el interés de las estudiantes en escuelas de la Ciudad de México por carreras STEM. Para ello, se implementó un diseño cuasi-experimental con dos brazos de tratamiento en colaboración con la Secretaría de Educación de México.
Análisis Conductual
Barreras de comportamiento
Autoeficacia: Percepción o autoevaluación de las propias capacidades para afrontar retos y cumplir objetivos con éxito. Influenciadas por la identidad, las normas y los estereotipos, las mujeres pueden percibir que su autoeficacia para realizar actividades relacionadas con STEM es menor que la de los estudiantes varones, lo que, a su vez, puede reducir su motivación para realizar esas actividades.
Normas sociales: Son las reglas no escritas que rigen el comportamiento dentro de una sociedad. Se hace una distinción entre "normas descriptivas" y “normas prescriptivas”. Las primeras, como su nombre lo indica, describen la forma en que los individuos tienden a comportarse (por ejemplo, “la mayoría de las mujeres no estudian carreras STEM”), mientras que las segundas establecen lo que se considera el comportamiento aceptable o deseado, independientemente de la forma en que los individuos se comportan en la vida real (por ejemplo, “las mujeres sólo deberían ocuparse del hogar y tener hijos”).
Sobrecarga cognitiva (y complejidad del proceso): La carga cognitiva es la cantidad de esfuerzo mental y de memoria utilizados en un momento de tiempo dado. La sobrecarga ocurre cuando el volumen de información ofrecido excede la capacidad que tiene la persona para procesar dicha información. Tenemos atención y memoria limitadas lo que impide que no se pueda procesar toda la información disponible.
Falta de información: Las personas pueden carecer de información relevante, por ejemplo, porque la información es difícil de obtener, escasa o difícil de entender. Por ejemplo, las alumnas pueden tener menos conocimientos sobre el proceso de solicitud de carreras STEM que los alumnos.
Herramientas de comportamiento
Prominencia: Los seres humanos tienen una capacidad limitada de atención. Conseguir que los elementos clave sean visibles y prominentes en el momento y lugar adecuados es tan importante como el propio mensaje. Se hizo hincapié en el rendimiento sobresaliente de las alumnas para reducir su sesgo de autoeficacia.
Modelos de conducta (Role models): Son personas que realizan ciertas actividades u ocupan ciertos puestos que un observador puede admirar e inspirarse para seguir su ejemplo. A menudo, los role models transmiten apariencias estereotípicas contrarias a la norma, que le muestran a personas que se identifican con el role model que logros que comúnmente suponían inalcanzables están a su alcance. Para las alumnas, conocer a una mujer exitosa en el campo de las ciencias, la tecnología y la ingeniería (STEM) puede ser un modelo de este tipo.
Simplificación: Reducir el esfuerzo requerido para llevar a cabo una acción haciendo el mensaje más claro, por ejemplo, reduciendo el número de pasos necesarios para lograr un objetivo complejo, o descomponiéndolo en pasos más sencillos.
Diseño de la intervención
Administramos una encuesta a más de 12.000 estudiantes de bachillerato en México y descubrimos que las estudiantes se enfrentan a los siguientes cuellos de botella de comportamiento en cuanto a las carreras STEM: sesgo de estereotipos, sesgo de normas sociales, sesgo de autoeficacia, falta de información y complejidad del proceso. Para superar estas barreras, realizamos un cuasi-experimento con 3.650 alumnas de 32 escuelas públicas.
La intervención se centró en alumnas en el último curso de bachillerato con alto rendimiento en materias científico-matemáticas. Distribuimos aleatoriamente a las participantes en dos brazos de tratamiento y les enviamos cartas personalizadas. Las estudiantes del primer brazo recibieron la historia de un modelo a seguir para hacer frente a los estereotipos de género. Las del segundo brazo recibieron una guía práctica para solicitar el ingreso en la universidad con el fin de reducir las barreras de la falta de información y la complejidad del proceso. Ambas cartas incluían un mensaje prominente que resaltaba los mejores calificaciones de la estudiante para aumentar la percepción de autoeficacia. El resto de los estudiantes recibió una carta placebo con información básica sobre las carreras relacionadas con STEM.
Resultados
Hay indicios de que las cartas de tratamiento con información conductual aumentaron la preferencia de las mujeres tratadas por las matemáticas en comparación con el grupo de control. Sin embargo, las intervenciones no tuvieron un efecto significativo en sus decisiones de estudiar carreras STEM.
Lecciones aprendidas
Los resultados del estudio resaltan dos áreas principales de investigación para animar a las mujeres a estudiar campos STEM y acelerar la igualdad de género en el mercado laboral. En primer lugar, investigar los efectos de exponer a las estudiantes a la información sobre carreras STEM en una etapa temprana de la escuela secundaria. En segundo lugar, explorar el impacto de proporcionar información a los padres, ya que nuestro trabajo de campo confirma que las normas sociales familiares influyen en la elección de la carrera de las mujeres.