Cómo mejorar la participación en simulacros de tsunamis en Ecuador
Contexto
Después del terremoto de Indonesia de 2004, y del tsunami que causó, los países han reconocido la necesidad de implementar Sistemas de Alerta Temprana (SAT). Un SAT eficiente contiene cuatro elementos: (i) conocimiento de los riesgos de desastres, (ii) detección de peligros, (iii) comunicaciones, y (iv) preparativos para reaccionar debidamente. En el caso de Ecuador, el terremoto de 2016 fue el detonante que impulsó la implementación del SAT para tsunamis en el litoral del país. Con base en el conocimiento sobre tsunamis en la costa pacífica se instalaron sensores, sistemas de comunicación y sirenas de alerta en localidades costeras. Este SAT tiene como objetivo evitar la pérdida de vidas humanas en una zona cuya población asciende a cerca de dos millones de personas. El proyecto se financia a través de un préstamo del BID (código EC-L1221).
Para que este sistema sea efectivo, es esencial contar con la participación de las comunidades expuestas. Uno de los ejercicios más comunes para probar el grado de preparación de la comunidad es el de los simulacros de evacuación, aunque infortunadamente no toda la población participa en ellos. A pesar de que los instrumentos y mecanismos del SAT sean óptimos desde el punto de vista técnico, existen barreras conductuales que dictan el comportamiento de los ciudadanos, y que con frecuencia los llevan a no participar. Por ello es necesario analizar las barreras conductuales presentes en las mentes de los ciudadanos y diseñar estrategias para ayudarlos a que se involucren.
El proyecto
El departamento de Gestión de Riesgo de Desastres del BID, el Grupo de Economía del Comportamiento, en coordinación con las autoridades de Ecuador, probó el uso de mensajes de texto diseñados desde las ciencias del comportamiento para incrementar la participación en simulacros de evacuación en caso de tsunami en cinco cantones (municipios) costeros de Ecuador. Los municipios que conformaron la muestra experimental fueron Atacames, Jama, Sucre, Manta y Santa Elena. El proyecto se ejecutó entre octubre de 2020 y febrero de 2022. Los mensajes de texto se enviaron en octubre de 2021.
Análisis del comportamiento
Falta de Información: Las personas pueden carecer de información relevante por diversas razones, entre ellas la dificultad de obtenerla, su escasez o porque resulta difícil de entender. En el caso de Ecuador, los pobladores no conocían la fecha y hora de los simulacros. Según la encuesta, solamente el 21% estaba “muy de acuerdo” con que conoce estos detalles. Tampoco sabían exactamente qué hacer cuando suena la sirena del SAT; solamente el 39% indicó estar “muy seguro” de qué hacer en este caso.
Mentalidad de escasez: Se refiere a la sensación de no tener suficientes recursos (financieros o de tiempo, por ejemplo). Estos a su vez absorben algunos de los recursos cognitivos finitos –lo que se conoce como “ancho de banda mental”-- que las personas tienen, lo cual restringe su capacidad de tomar buenas decisiones. Se podría afirmar que los pobladores en Ecuador por lo general conocen los detalles de los ejercicios de simulacros, aunque luego los olvidan dado que existen otras prioridades en la vida que consumen la mayoría de sus recursos cognitivos.
Sesgo del statu quo: Es la tendencia de las personas a mantener el estado actual de las cosas, el cual se toma como punto de referencia. Cualquier cambio al respecto se percibe como una pérdida. También debe considerarse que, a pesar de tener información sobre los simulacros, los pobladores toman la no participación como la opción predeterminada o punto de referencia habitual y continúan con esa actitud por inercia.
Normas sociales: Constituyen el conjunto de reglas no escritas que rigen el comportamiento en una sociedad. Se distingue entre “normas sociales descriptivas”, centradas en la forma en que las personas tienden a comportarse, y “normas sociales prescriptivas”, las cuales establecen lo que se considera un comportamiento aceptable o deseado, independientemente de cómo actúen realmente las personas. En este ejercicio los pobladores percibían una baja participación de las personas en la comunidad. Del total de la muestra, el 38% de quienes hicieron parte de los simulacros pensaban que la participación de su comunidad era baja; en el caso de los no participantes, el 45% indicaba estar “muy de acuerdo” y “de acuerdo” en que no participaban porque sus vecinos no lo hacían.
Justificación: Concierne a la concesión de licencias morales. La autojustificación es un sesgo cognitivo que se produce cuando una persona usa su "buena" conducta anterior para justificar una conducta "mala" posterior, a menudo sin usar explícitamente esta lógica. El diagnóstico mostró que, del total de la muestra, las personas que creían correr mayor riesgo de muerte ante la ocurrencia de un tsunami participaron menos en los simulacros. Esto parece indicar que las personas justifican no participar en el simulacro bajo la creencia de que, si el tsunami ocurre, evacuar no los va a salvar en realidad.
Herramientas del comportamiento
Información: Es el acto de proporcionar información a quien antes no disponía de ella. En este ejercicio se suministró información sobre la hora, día y lugar del simulacro.
Recordatorios: Pueden llegar en forma de correo electrónico, mensaje de texto, carta o visita personal a quien debe decidir sobre algún aspecto de su intención-acción. Están destinados a mitigar su procrastinación, olvido y/o sobrecarga cognitiva. En este ejercicio se enviaron recordatorios periódicos acerca de la fecha y hora del simulacro por mensaje de texto SMS y WhtsApp.
Encuadre: Dada la tendencia a sacar conclusiones diferentes en función de cómo se presente la información, las opciones deseadas se pueden presentar enfatizando la parte relevante de aquella. También es posible resaltar los aspectos positivos o negativos de una decisión, lo cual conduce a que una opción sea percibida como más o menos atractiva. Para este experimento se enviaron mensajes de texto con una alta carga emocional que exhortaban a evitar las muertes de seres queridos.
Normas sociales descriptivas: Describen el comportamiento de un grupo social, independientemente de si es bueno o malo. Divulgar estas normas puede ayudar a cambiar comportamientos. El equipo a cargo envió mensajes que recalcaban la participación de la comunidad en los simulacros.
Herramientas de planificación: Son mensajes diseñados para invitar a los individuos a hacer un plan de acción concreto. Esto los anima a dividir el objetivo (ir a una cita médica, por ejemplo) en tareas concretas más pequeñas (salir temprano del trabajo, encontrar una niñera, posponer una reunión semanal, etc.) y así anticiparse a los imprevistos. A menudo incluyen un espacio dedicado a escribir información crucial como fecha, hora y lugar. Los mensajes enviados contenían un llamado a la acción en el cual se indicaba claramente que, al escuchar la sirena del SAT, debían dirigirse a la zona de seguridad siguiendo la ruta de evacuación.
Diseño de la intervención
Con el fin de evaluar la efectividad de esos mensajes se diseñó un experimento aleatorio controlado en el marco de simulacros oficiales de tsunami en cinco comunidades litorales de Ecuador, los cuales se realizaron en octubre de 2021. El experimento involucró aproximadamente 750 hogares en estas comunidades, residentes en 71 cuadras o bloques urbanos seleccionados al azar durante la implementación de una encuesta de referencia en la que se obtuvo también el número de celular de la persona adulta que la respondió. Aquellos individuos asignados aleatoriamente al grupo de tratamiento recibieron los mensajes en su celular con una frecuencia diaria desde una semana antes a la fecha estipulada para el simulacro. Los individuos aleatoriamente asignados al grupo de control no recibieron mensaje alguno. Los mensajes fueron elaborados por el equipo de investigación a cargo del estudio, con el soporte de un especialista en comunicación social, y fueron enviados por medio de altiria.com y por WhatsApp. Estos mensajes pueden observarse en el cuadro 1 y en la figura 1.
Cabe mencionar que el grupo de tratamiento se subdividió en dos. El primero recibió únicamente mensajes de tipo informativo que recordaban a los individuos la fecha del simulacro y lo que debían hacer cuando sonara la alarma. El segundo recibió el paquete completo de mensajes.
La efectividad de los mensajes se midió de manera objetiva a través del registro de la participación individual en el simulacro, actividad que estuvo a cargo de personal voluntario en los puntos oficiales de evacuación determinados por la autoridad competente. Aunque registrar la participación de manera objetiva constituye una ventaja importante, es posible que muchas personas hayan evacuado sus casas y se hayan puesto a buen recaudo en sitios no oficiales. Este tipo de participación no pudo ser capturada en los simulacros de octubre de 2021.
Cuadro 1. Contenidos de los mensajes
Figura 1. Mensajes de texto y WhatsApp
La asignación al grupo de tratamiento se llevó a cabo al nivel de la cuadra o del barrio (figura 2), considerando un promedio de 10 familias por barrio. Dentro de cada comunidad, las dos terceras partes de los barrios fueron asignadas al grupo de tratamiento y la última al grupo de control. Como se señaló anteriormente, el grupo de tratamiento se subdividió en dos. En total la muestra abarca aproximadamente 75 cuadras en las que residen 750 familias.
Figura 2. Ejemplo de la aleatorización por cuadras dentro de una comunidad
Se trata entonces de un diseño de aleatorización por clúster o grupo, pero en el que se analizan resultados individuales. El resultado principal de interés es si un miembro de la familia evacuó hacia alguna de las zonas seguras establecidas por la autoridad competente para casos de tsunami.
Encuesta telefónica de seguimiento
En enero de 2022 se produjo una alarma oficial de tsunami en la costa de Ecuador. Con el fin de evaluar la respuesta de los individuos de los grupos de control y tratamiento en este evento, en abril de 2022 se llevó a cabo una encuesta telefónica. En esta encuesta se pudo contactar a 150 familias inicialmente incluidas en el estudio.
Desafíos
Infortunadamente, diferentes factores externos al diseño limitaron el alcance de la intervención y con ello la evaluación de los impactos de interés. En particular, en dos comunidades la alarma de tsunami no se activó a la hora indicada, y en una comunidad el gobierno local no promocionó de manera alguna el simulacro (en esa comunidad la participación fue de 0%).
Por último, el costo del personal para llevar el registro de participantes en el simulacro fue alto.
Resultados
Fue imposible analizar el efecto de la utilización del concepto de pequeños empujoncitos (nudges) para incrementar la participación en simulacros de tsunami. Sin embargo, los datos e información obtenidos a partir de la investigación son muy importantes para la mejora y entendimiento del Sistema de Alerta, por lo que las experiencias y los datos obtenidos aquí van a ser utilizados por el Servicio Nacional de Riesgos y Emergencias (SNGRE) de Ecuador para los simulacros de evacuación a partir de 2022.
- De manera general, el nivel de evacuación a las zonas seguras oficiales fue mínimo: menos del 5% de pobladores en la totalidad de comunidades evacuó a una zona segura.
- Si se toma en cuenta a las dos comunidades en las que la alarma se activó a tiempo y el gobierno local promocionó el simulacro, apenas cinco individuos del grupo de tratamiento aparecen en los registros elaborados por los voluntarios (3,6% del total) y solo uno del grupo de control (1,6% del total). Sin embargo, la diferencia entre ambos grupos es no significativa (figura 3).
Figura 3. Nivel de participación en el simulacro considerado únicamente las dos comunidades en las que este se llevó a cabo de manera adecuada
- Finalmente, y como se indicó anteriormente, es posible que las personas hayan evacuado sus casas y se hayan desplazado a lugares distintos a los sitios oficiales. Esta participación no pudo ser capturada en los simulacros de octubre.
- Al comparar la línea de referencia y la encuesta de seguimiento telefónica de 2022 que se registra en la figura 3, los individuos que fueron asignados a alguno de los grupos de tratamiento mostraron una participación ligeramente mayor que aquellos asignados al grupo de control, siendo la diferencia no significativa.
- Los resultados del seguimiento de 2022 sugieren asimismo que los individuos de menor nivel educativo que fueron asignados al grupo de tratamiento tenían menores probabilidades de indicar que los simulacros de tsunami no resultaban útiles.
- El hecho de que se tratara de una decisión autorreportada y de que el tamaño de la muestra de la encuesta telefónica fuera reducido constituyen dos limitantes importantes, de cara a la interpretación de los resultados. Sin embargo, estos últimos sugieren que es necesario evaluar con más cuidado la participación en simulacros, la cual no necesariamente se limita a la evacuación hacia los sitios oficiales, especialmente teniendo en cuenta los diversos atributos de las poblaciones vulnerables.
Implicaciones de política
En el estudio se determinó que los esfuerzos por revisar y mejorar la política pública de gestión del riesgo de desastres (GRD) desde la perspectiva de las ciencias del comportamiento ofrecen un nuevo potencial enfoque para sus actores en Ecuador. Este puede ser también el caso de otros países de la región.
Se comprobó asimismo que para que las ciencias del comportamiento se integren eficazmente en la GRD, es necesario mejorar al mismo tiempo otros aspectos relativos a esta última. Esto incluye, por ejemplo, una mejor gestión del historial de participación de quienes se involucran en los simulacros de evacuación (incluyendo sus atributos socioeconómicos), y una mejor gestión de equipos como las sirenas comunitarias.
La experiencia dejó una enseñanza adicional y es que, aunque las ciencias del comportamiento se entienden claramente en teoría, es importante acumular una cierta experiencia práctica cuando se trata de aplicarlas en actividades de política pública en gran escala como son los simulacros de evacuación a nivel nacional. En este sentido, la autoridad ecuatoriana competente (SNGRE) está en posición de enriquecer su experiencia poniendo en práctica las ciencias del comportamiento y sus enseñanzas.